La batalla de Cacabelos

Los últimos ingleses acababan de ser pasados a cuchillo. Muchos de ellos, borrachos como estaban, casi ni se enteraron de que una espada francesa les acababa de atravesar de parte a parte. El resto huía despavorido en dirección al puente como alma que les lleva el diablo, al otro lado estarían algo más a salvo y tendrían una oportunidad.

El general francés da la orden, hay que cargar contra el enemigo y tomar el puente antes de que sea demasiado tarde y se hagan fuertes al otro lado. Él mismo, dando ejemplo a sus hombres, encabeza el ataque. Los caballos resuellan y se encuentran agitados, intuyen que la muerte les rondará en unos minutos. Un toque de espuelas y un grito autoritario les indica que han de avanzar. El general, desenvaina su sable y con una rápida cabalgada alcanza su objetivo en unos minutos. Los ingleses están en frente y a su merced, la tarea será sencilla; el Emperador se alegrará de esta victoria y le hará Mariscal.

De repente comienza el caos. Humo. Sangre. Un sonido atronador. Una bala en la cabeza. Un general abatido.

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Lugar de la batalla, el puente de Cacabelos

Antecedentes

2 de mayo de 1808. En Madrid comienza una revuelta contra la ocupación francesa de España. El Rey José Bonaparte huye del país y durante un tiempo parece que la revuelta tiene éxito. Batallas como la de Bailén en julio del mismo año, la primera en Europa en la que un ejército de la Grande Armée capitula, alientan a los rebeldes españoles y enardecen los ánimos de todo el continente. Una expedición británica de 30 000 hombres entra por la Coruña para defender la península y al poco, el mismo Napoleón en persona, pasa los Pirineos con el fin de sofocar el levantamiento.

200 000 franceses derrotan a cuanto ejército se les pone por delante. Para interrumpir el avance de Napoleón, el ejército inglés al mando de John Moore lanza un ataque con el que pretende interrumpir el envío de suministros al grueso del ejército galo. Este ataque fracasa estrepitosamente y se ve obligado a huir. Una carrera por llegar a la Coruña se desata en el norte de España y en el medio de esta carrera se encuentra el Bierzo.

John Moore
General John Moore

La guerra en el Bierzo

Esta guerra no fue una guerra cualquiera. Fue una de las más destructivas de la historia de nuestro país y también de nuestra comarca. Las idas y venidas de ejércitos ingleses, que se llamaban aliados nuestros, y de franceses, los invasores y enemigos, arrasaron el Bierzo, causando ambos contendientes todo tipo de tropelías, atropellos, violaciones, robos y asesinatos.

La persecución del ejército inglés llegó al Bierzo a finales de 1808. Una de las primeras localidades en caer fue Bembibre, donde comenzó la sangría contra la población local por parte de los supuestos aliados. Ante la proximidad del ejército francés, huyen hasta llegar a Cacabelos. En su persecución, los franceses aplicarán la política de pacificación más contundente, la de la ejecución, el saqueo y la destrucción. Por culpa de estas medidas parte del castillo de Ponferrada será destruido, el monasterio de Carracedo será quemado junto con sus archivos y numerosas villas saqueadas.

Los estragos de la guerra consiguen que las personas se echen al monte huyendo del hambre y de los soldados. De estas acciones se lamentará Napoleón cuando en toda España, no solo en el Bierzo, se forme una guerrilla como nunca vista anteriormente y que les causará numerosos problemas.

Finalmente, los franceses llegan a Cacabelos y comienza la batalla.

La batalla

Son las 3 de la tarde del 3 de enero de 1809, el ejército inglés avista a la vanguardia francesa cargando contra ellos. Rápidamente, se da orden de cruzar el río Cúa por el puente. La acción es algo precipitada y algunos soldados se quedan rezagados, muchos de ellos borrachos. Los franceses bloquean el acceso al puente, viéndose algunos hombres obligados a cruzar el río a nado en pleno invierno; el resto serán capturados.

Al otro lado del río el ejército inglés deja una compañía para defender el paso. El objetivo es detener el avance francés el mayor tiempo posible, dando así la posibilidad de una retirada mayor para el grueso del ejército.

General Colbert
General Colbert

El general al mando del ataque es Colbert, un destacado militar con muchas posibilidades de ascenso y que suena para futuro mariscal. El citado, ordena el reagrupamiento de sus tropas y prepara una nueva carga; hay que tomar el puente a toda costa. Avanza con sus soldados en columna de a cuatro y toman el paso; por el momento todo va bien, pero la reacción británica es inmediata. Desde Castro Ventosa y Pieros, se ordena fuego de artillería contra las posiciones recientemente perdidas. La infantería inglesa ataca a los franceses y un francotirador famoso, Thomas Plunket, mata al joven general de un tiro en la cabeza. Las tropas napoleónicas se ven obligadas a retirarse y los ingleses recuperan el puente.

Sobre las cinco de la tarde, una nueva maniobra francesa tiene lugar. Algunos soldados son mandados a vadear el río Cúa. Para evitar esta penetración, huestes inglesas son enviadas a contrarrestarlos, incluso desviando tropas que se encontraban defendiendo el puente. Todo era una maniobra de distracción, ante el debilitamiento de dicho puente, el grueso del ataque francés se concentra sobre él, estando muy cerca de lograr el objetivo. Pero los británicos no eran unos ignorantes en el arte de la guerra y como en el primer ataque, la artillería sita en Castro Ventosa y Pieros arrecia sobre los galos haciéndoles retroceder nuevamente.

Castro Ventosa
Castro Ventosa. Emplazamiento de la artillería británica

Durante el día ya no habrá más ataques. Los británicos montan un campamento en lo alto del Castro y encienden fuego para calentarse. Los franceses no atacarán de noche, es demasiado peligroso.

Al día siguiente comienza un nuevo ataque. Se da la orden de avanzar, pero no reciben ni un solo disparo. Se adentran más y más hacia donde el día anterior habían muerto tantos compatriotas suyos y no ocurre nada; los ingleses han huido. Todo había sido una trampa, nunca llegaron a acampar, encendieron los fuegos para simularlo y se marcharon en silencio lejos de Cacabelos y su puente. Eran demasiado pocos para defender la posición y le habían dado un tiempo valioso a sus compañeros en la huida y así poder evacuar el depósito de víveres de Villafranca.

Consecuencias

¿Quién ganó la batalla? ¿Hubo realmente un ganador? Desde mi punto de vista el resultado fue de tablas. Los ingleses pudieron retener durante un día al ejército napoleónico, matar a un general y evacuar los suministros de Villafranca. Por otra parte, los franceses consiguen tomar el puente sin un solo daño en el mismo, lo que no les retrasará demasiado en su persecución. Por otra parte, la precipitación de Colbert al intentar tomar el puente sin el apoyo de la artillería, lo condujo a la muerte y a la desmoralización de sus tropas, que pudieron verse afectadas en el siguiente envite.

Las cifras de muertos, se cuentan en unos 200 por cada bando, lo que refuerza todavía más la idea del empate en esta batalla.

Lo que sí que hubo es perdedores. Muchos pueblos de la comarca quedaron tocados por culpa de ambos bandos y eso tendría una reacción futura, la formación de guerrillas y sobre todo la creación del batallón de tiradores del Bierzo. Pero todo eso, se contará en una entrada futura de HistoBierzo.

 

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